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LA MEJOR EDAD

Foto del escritor: Ana María NájeraAna María Nájera

Actualizado: 31 may 2020

Maravillarme por lo vivido, entusiasmarme por lo que pueda vivir, me coloca en el umbral de que seguir en este mundo tiene un gran significado. Esta es mi perspectiva. E inspirada en una máxima de François de La Rochefoucauld, escritor francés, quien dijo “Cada edad de la vida es nueva para nosotros; no importa cuántos años tengamos, aún nos aqueja la inexperiencia” pues ¡me alegra!

¿Hay en realidad una mejor edad? Primeramente, podríamos plantearnos lo que significa para cada persona el concepto “edad”. En términos generales con ello se hace referencia a un conjunto de períodos en los que se considera dividida la vida de un individuo, el tiempo transcurrido en su existencia, biológicamente hablando. Desde esta perspectiva, hay para quienes cierta etapa o época tienen la apreciación de que ha sido o será la mejor, así como ciertos paradigmas que hacen referencia a ello. Tú ¿qué ideas tienes respecto a la mejor edad?, en esta etapa de tu vida ¿cómo te sientes?, ¿qué has experimentado?, ¿qué te gustaría vivir?


Retomando la importancia de los propósitos de vida de cada uno, como esa declaración personal de desear algo que cuando se ve cumplido causa una sensación de plenitud, de bienestar, pues resulta que, sin importar la edad, una persona se plantea como en un continuo de anhelos, intenciones y lo maravilloso es seguirlo planteando en el tiempo ¡y puede ser cualquier cosa! como; ir, hacer estar, sentir, crear, aprender, enseñar … lo que sea que vaya contigo y que le des acción.


Y quizá preguntes ¿y qué tiene que ver esto con la mejor edad? Opino que se relaciona mucho. Cada persona le da un significado al paso del tiempo, al cumplir años, para algunos es una fecha de fiesta, de algarabía, para otros sería mejor que pasara por alto, no les acompaña un buen sentimiento, buenos recuerdos, hay temor de que los años pasan y las capacidades cambian, hay deseos no cumplidos y una serie de patrones de pensamiento que les están limitando accionar y darse oportunidades, ya sea de realizar lo que por mucho tiempo han querido o darle otro significado y plantearse nuevos propósitos, desapegándose de experiencias o circunstancias del pasado.


¿La mejor edad? Puede ser cualquiera, la que tienes hoy, la que te permites vivir, disfrutar y desmitificar. Vale la pena recordar qué fueron para ti y cómo los viviste, qué fue lo mejor de cada década y qué está siendo lo valioso de la etapa en la que te encuentras ahora, cuáles son tus intereses y prioridades y cómo los atiendes. Es probablemente con lo que sucede después de los 50 o 60 años, donde tenemos que prestar especial atención, pues se empiezan a cultivar desde que tenemos veinte. Se han dado una serie de nombres a la edad adulta poco distintivos y generalizados cuando también hay condiciones particulares, pero a lo que deseo llegar es que todas las edades son valiosas.


Lo que tenemos que hacer es fortalecer el autocuidado, las redes de apoyo y acompañamiento, la actividad física, artística y mental, el interés por cultivar el entretenimiento, pensamiento, conocimiento e interacción humana, así como los afectos. Esta parte maravillosa del ser humano que se relaciona con lo afectivo. Si bien es cierto se hace mucho hincapié en las personas que tienen una edad que oscile de los 60 años en adelante, considero que esto debe cultivarse y aprender desde etapas tempranas de la vida, para hacer de esto un hábito ¿sabías que hay una clasificación que distingue la edad de vejez con mayor precisión?[Mendoza Núñez, Víctor Manuel. Jefe de la Unidad de Gerontología. FES Zaragoza] Lo comparto:


  • Viejos – jóvenes; de 60 a 74 años

  • Viejos – viejos; de 75 a 89 años

  • Viejos longevos; de 90 a 99 años

  • Centenarios


Y no tenemos que esperar el paso del tiempo para alcanzar nuevos enfoques, al contrario, mientras más pronto identifiquemos nuestros patrones de creencias, decidamos trabajar en ello, más rápido nos liberamos de pensamientos limitantes.


Todas las edades tienen muchos aspectos valiosos, lo más importante es ¿cómo estoy viviendo?, ¿de qué manera transcurre mi tiempo?, ¿cómo disfruto y vivo?, ¿elijo o simplemente me dejo llevar?, ¿cómo he definido el valor, la importancia y el significado de la edad? Permítete sentir y reflexionar lo anterior.


Recuerda, mi propósito al invitarte a responder cada pregunta es que el empoderamiento personal se fortalece a partir de la consciencia de tu identidad y el propósito de vida.

¡Hasta muy pronto!

Ana María Nájera

Compartiendo e impulsando transiciones

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4 Comments


gmugica55
Jun 16, 2020

Coincido, la mejor edad: la que quiero, la que estoy viviendo.

Bien por este artículo

Es muy importante educar en este sentido para romper prejuicios sobre el tema

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anajeralemus
Oct 16, 2021
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Muchas gracias por este valioso comentario, coincido plenamente. Saludos!

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Staff
Staff
May 31, 2020

¡Es una noticia maravillosa! ¡Gracias por compartirla! El nacimiento de un bebé nos conecta una vez más con el valor de la vida, refuerza nuestro propósito y sentido ¡muchas felicidades comadre!

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mangierub34
mangierub34
May 29, 2020

Estoy totalmente de acuerdo en que la mejor edad es la presente. Ayer, recién me enteré de que seré(mos) abuela de una niña. ¿No es hermoso?

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